martes, 25 de diciembre de 2012

Las mejores canciones de 2012

Pretender estar al día de lo que se cuece hoy en el mundillo musical requiere escuchar una cantidad casi sobrehumana de trabajos de procedencias desperdigadas por todo lo largo y ancho del mundo, algunos de los cuales apenas tendrán la oportunidad de pasar del primer acercamiento. Pero esta tarea, no por ardua deja de resultar agradecida. Si se tiene la música por necesidad vital, el inabarcable horizonte que en la actualidad presenta Internet ante nuestros afortunados oídos alimenta y agranda a la vez la sed insaciable del buen melómano.

Al final de cada temporada a muchos nos gusta recapitular y aprovechar la elaboración de cuidadas listas para dar un repaso a lo que nos ha ido conquistando a lo largo de los meses y acercarse también a otras propuestas que no nos captaron en su momento pero podrán hacerlo con el tiempo. Después de todo eso, sólo un privilegiado grupo consigue evadir lo pasajero e instalarse para siempre en nuestra vida.
Por eso me gusta dar un merecido homenaje a las canciones que considero lo más granado del año. Evidentemente algunas comparten álbum con otras tan brillantes como ellas, pero adopto la política de conceder sólo una plaza por artista, en aras de que exista mayor diversidad.

Doy paso, pues, a mi top 10 de canciones de 2012.



Así lucen los chicos de Grizzly Bear


 10.-        Grizzly Bear: Yet Again

'Shields', el álbum del que 'Yet again' fue primer single, requiere varias escuchas para cimentarse dentro de nosotros. Como exponente más claro de lo que dicho álbum propone está esta canción de esmeradísimo desarrollo que reúne todas las virtudes que hacen de Grizzly Bear una de las formaciones más interesantes del momento.

Fanfarlo: Feathers

A Fanfarlo se les acusa de no aportar demasiado a la escena indie, en su vertiente derivada del pop barroco, a pesar de que casi todos les reconocen lo conseguido de sus canciones. Por eso, 'Rooms filled with light' ha pasado sin recibir grandes halagos pero también sin ser lapidado. Entre sus canciones está 'Feathers', una de esas que te entra a la primera y parece de disfute inofensivo hasta que descubres que da con la huidiza fórmula que hace que una canción lo tenga todo.

 La extraordinaria portada del
'Rooms filled with light' de Fanfarlo



La última en sumarse a este selecto club (a pesar de que fue publicada en enero) ha sido esta descarga rockera perpetrada por una superbanda (como se denomina a aquellas formadas por miembros sueltos de otras bandas preexistentes) de carácter progresivo que aquí  conjuga el clasicismo setentero con logros modernos como el 'The Wanting comes in Waves/Repaid' de los Decemberists, de la cual hereda la atrapante agresividad del dueto de voz masculina/femenina.



Los barceloneses se han colocado en primera línea este año con su obra de mayor madurez, donde se encuentran la destreza habitual de sus letras y una complejidad musical envidiable. Muchos cortes de 'L'amor feliç' podían haber figurado aquí. He elegido éste por ser el primero que me convenció de su enorme calidad, y por sacar tan jugoso partido de su ligero aire ochentero. 


M. Ward y Zooey Deschanel se han marcado
una maravilla de versión este 2012


A partir de aquí entramos en el terreno de las verdaderas BARBARIDADES de temas. Ha sido duro colocar unas por encima de otras cuando existe semejante nivel, pero no me quedó más remedio.

7.- First Aid Kit: King of the World

El animado cierre elegido por estas chicas suecas para su disco es una de esas canciones que pueden arreglarte cualquier día con su tremenda inyección de optimismo (empezando por la misma letra). Todo desprende luminosidad en esta auténtica fiesta donde es un grandísimo acierto la inclusión de esa voz masculina invitada que acaba de redondearlo todo.

6.- M. Ward: Sweetheart

La bestia parda que es M. Ward ha cogido una canción extremadamente lo-fi del Daniel Johnston que editaba álbumes como churros en cassette durante los 80 y la ha mejorado sustancialmente haciéndola suya, llevándosela al terreno del revival de los 60 y convirtiéndola en dueto con participación femenina. El resultado: una gozada y una delicia. 

Fotograma del vídeo para 'Gun has no trigger'


5.- Dirty Projectors: Gun has no Trigger

Esta formación no sólo es cool porque ésa sea su pose, sino porque realmente tienen un estilo y una elegancia que ya quisieran para sí otros popes de lo moderno. Es imposible escapar de canciones como 'Gun has no trigger' con esa voz endiabladamente sexy y esos coros tan irrestibles.



Una bomba de psicodelia es lo que es esta canción de antológica línea de bajo que te pone a bailar poseído y que es sin duda la gran píldora rock del año. No quiero dejar pasar la oprtunidad de enlazarla con el vídeo que la pone de fondo a una de las escenas cumbre del cine de animación de todos los tiempos. 

Psicoldelia, marca de la casa para Tame Impala


Y por último, ¡el podio!

Joshua Tillman es el responsable del mejor disco del año. Sus 12 temas son 12 diamantes. Podría, por tanto, haber escogido cualquiera de ellos para demostrarlo, y me he decantado por éste por ser uno de los menos conocidos y llevar dentro todo lo que hace a tan grande a este trabajo. Si no ocupa el número uno es porque lo que queda por encima es DEMASIADO, a pesar de pertenecer a conjuntos un punto menos espléndidos. Dos medallas para Father John Misty, bronce individual, oro de conjunto.

Joshua Tillman/ Father John Misty: responsable del mejor disco del año


Esta canción me ganó desde la primera vez. Es sublime. Voz, guitarras, ritmo, sentimiento. Todo en ella es simple y llanamente cautivador. Medalla de plata. 


Ahí lo tienen: el tipo que ha conseguido
 los mejores minutos musicales del año

1.- Dan Deacon: USA

Y reservo la medalla de oro para una suite que aparece dividida en 4 cortes en su álbum pero es eso, una suite unitaria. Dan Deacon cierra su magnífico 'America' con un viaje de título definitivo: USA, cuyo contenido es si cabe aún más definitivo. Todo un logro del género progresivo que deja en evidencia a tantos venerados artistas de la moderna electrónica que son poco más que pose. Aquí hay un desarrollo caudaloso de un tema, un concepto desarrollado, una demostración de poderío instrumental mostrada con seguridad, una catarata sensitiva, un derroche de talento. Dan Deacon ha alcanzado la cumbre de su genio con estos vibrantes 21:50 minutos que son pura épica. Al escucharlo todo seguido se multiplica la gloria de ESE último minuto.

 Con los paisajes sonoros de Dan Deacon, 
despido las listas musicales hasta el año que viene




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